La primera vez que el cliente acceda a la red WiFi del hotel, se le pedirán todos los datos. Un vez que ya haya accedido, durante la estancia no se le pedirá ningún otro tipo de información.
Además, cada vez que el cliente visite de nuevo el hotel y se hospede en él, solo se le pedirá el número de habitación, porque ya tendremos sus datos y se le reconocerá como cliente repetidor.